Reseña: La probabilidad del unicornio

Título: La probabilidad del unicornio
Autor: Elena Castillo Castro
Género: New adult
Editorial: Titania
Páginas: 288
Sinopsis: Tras la peor noche de su vida Vera Gillis deberá asumir las consecuencias de sus malas decisiones e irse de la cosmopolita Universidad de Fordham (Nueva York) al último rincón perdido de Alabama. Acogida por un viejo matrimonio sureño piensa que contará los días de condena aburrida en un porche blanco bebiendo té dulce y mirando el horizonte más allá de las plantaciones de soja, pero los entrometidos habitantes de Abbeville tienen otros planes para ella y con su particular estilo dirigirán sus pasos hacia el chico de la Standard Oil. 
Todos en el pueblo conocen a Ben Helms, de una u otra forma todos le deben algo o lo han necesitado alguna vez. Saben que está metido dentro de un laberinto de números y que no encuentra la salida. El mundo siempre ha ido demasiado lento para su mente maravillosa y la vida lo mantiene atrapado en el mismo lugar de tal manera que solo es capaz de escapar cuando mira al cielo. 
La probabilidad de que los dispares mundos de Vera y Ben colisionaran era baja y la posibilidad de que sus respectivos planes se complicaran al enamorarse era elevada. Sin embargo, él se verá atraído por lo ilógico y ella volverá a arriesgarlo todo una vez más, incluso su corazón. 
Al fin y al cabo, dos estrellas diferentes pueden pertenecer a una misma constelación. 



Antes de daros mi opinión sobre esta bonita historia tengo que decir que apenas había oído hablar de este libro, solo lo conocía por la portada, que la había visto alguna que otra vez en el catalogo de próximas novedades. Sin embargo, al final me hice con él de una forma un tanto curiosa, lo gané en un sorteo. Así que, una vez estuvo en mis manos decidí tener una conversación seria con él y decirle “bueno, pues ya que te he conseguido y no se de qué vas porque no quiero conocer tu sinopsis, no vaya a ser que venga más información de la cuenta como está pasando últimamente, vamos a leerte”. Y así resultó que acabé leyendo La probabilidad del unicornio.

Este libro comienza presentándonos a nuestra protagonista, Vera. Lo único que sabemos de esta chica en un principio es que acaba de llegar desde Nueva York a un pueblecito de Alabama, llamado Abbeville. Vera carga sobre sus hombros un gran secreto referente a uno de los peores días de su vida, y que es el motivo por el que está en este pueblo. 

Nada más llegar a Abbeville Vera se topa con Ben, el gasolinero del pueblo. ¿Cómo explicaros quién es Ben? Ben es el genio del pueblo, además del chico para todo: igual de capaz es de pintarte una valla como de formatearte el ordenador en un momentillo que el chico tenga libre. Ben es un personaje que me encantó desde el primer momento que aparece porque, con esa mente llena de números que tiene, calcula absolutamente todo (por ejemplo, no se queda a las cuatro y cuarto, si vas a llegar a las cuatro y doce se queda a las cuatro y doce) y yo, que no es por nada pero estudio matemáticas, me he visto bastante representada en algunas actitudes de este chico tan curioso (si, también tengo que calcularlo absolutamente todo hasta el punto de ser una persona insufrible). Además hay algo en él que me recuerda a Sheldon Cooper, no en lo presuntuoso  de este personaje, sino en que no entiende las ironías, te responde a preguntas retóricas y no pilla los dobles sentidos, todo esto hacía que no pudiera parar de reír con las contestaciones de este personaje en muchas escenas. Pero Ben no solo es un genio, sino que durante toda su vida se ha encontrado bajo la triste mirada y los susurros de todos los miembros de este pequeño pueblo, todos excepto Vera, que es la única que no conoce aún la triste historia que sigue a nuestro chico y el por qué no puede permitirse parar de trabajar.

Siempre he sido el que no encajaba en ningún lado, pero te diré que la vida está llena de mezclas estrambóticas. Fíjate, tenemos un ejemplo aquí mismo: la caja es cuadrada para una pizza redonda que comemos en porciones triangulares y el resultado es perfecto.

Ahora, volviendo a nuestra protagonista, Vera estará a cargo del sacerdote del pueblo, el padre Oliver, y permanecerá todo el verano en la casa de los Kimmel, un matrimonio de ancianos que desde el primer momento te das cuenta que lo único que puedes hacer es amarlos de lo maravillosos que son. Esta pareja le presta la antigua bicicleta de su hija a Vera y esta no duda en utilizarla para recorrer el pueblo con ella. Sin embargo, Vera no será capaz de llegar muy lejos, puesto una camioneta casi la atropella, destrozando la bicicleta en el camino. Gracias a este hecho, Vera conocerá a un grupo de seis amigos entre el que destaca Landon, el mejor amigo de Ben y que se verá envuelto en una serie de situaciones junto a Vera de lo más graciosas y surrealistas. Este personaje me ha encantado desde el primer momento que ha aparecido y cada vez que se le nombraba pensaba en el emoticono con corazones por ojos. 

Ahora que ya os he contado un poquito del comienzo de la historia y os he hablado de los personajes puedo deciros que el libro en sí me ha gustado mucho, me ha hecho reír en muchas ocasiones y sobre todo, a pesar de que es el típico libro juvenil romántico lleno de clichés creo que se han tratado de tal forma que la autora consigue sorprenderte en algunas ocasiones. Por poneros un ejemplo, en muchos libros de esta temática la chica es una artista, ya sea pintando, cantando, bailando o haciendo todo a la vez porque es, como no, perfecta. Vera de hecho es una artista, dibuja para ser más concretos, pero no dibuja ni retratos ni maravillosos bocetos que podrían valer una suma importante de dinero, ella lo que hace es dibujar comics y, aún más especial, dibuja comics en los que en su mayoría reflejan cómo le gustaría que fuera su propia vida o la de cualquier otra persona. Por otra parte, con respecto a la historia de amor entre los personajes, no hay flechazos instantáneos irreales y está construida de tal forma, tan buena y bonita, con sus ilusiones y decepciones al principio, que te la crees en todo momento. Eso sin hablar del impresionante crecimiento que tienen los protagonistas a lo largo de todo el libro.

Quería ir con el chico de las estrellas y dibujarle hasta que se agotara la luz o descubrir que se aburría con él como una ostra y dejar así de pensar en mi formas de besarle para poder centrarse en cualquier otra cosa

Sin embargo, ahora me toca la parte más difícil de esta reseña, que es explicar el por qué ha recibido esa nota y la respuesta es que, para mí, a este libro le ha faltado lo que me parece más importante en una historia: enganchar. La lectura es muy ágil y sencilla, eso no puedo negarlo, pero no he conseguido en ningún momento meterme de lleno en ella y eso hacía que, si me veía en la necesidad de dejar la lectura a medias por cualquier motivo, no tenía ningún problema en cerrar el libro y ponerme a hacer cualquier otra cosa sin darle vueltas y más vueltas a lo que acababa de leer.

Que dos personas de mundos diferentes se enamoren y funcione es tan probable como ver un unicornio

Por último, con respecto al final, también tengo que decir que, como en el 99,99% (¿veis lo que os digo?) de los libros que he leído, los hechos al final de la historia se precipitan sin darles el suficiente tiempo para que se sucedan de manera correcta. En este libro en concreto, que cuenta con treinta capítulos y un capitulo final, el desenlace de la historia fue tan precipitado que en el capítulo 29 me seguía preguntando cómo se iba a solucionar el percal en el que estaban involucrados los protagonistas, parecía que me iban a faltar páginas.

En resumen, la probabilidad del unicornio es un buen libro para relajarte, te permite destensar y olvidarte de los suficientes problemas que ya tenemos nosotros día a día. Sin duda cuando se me antoje leer un libro romántico tendré en cuenta a esta autora porque, si todas sus historias son tan bonitas como esta que se ha dado entre Vera y Ben, estoy segura que me harán pasar un buen rato y olvidarme un poco de la tensión de ciertos días que parece que no tienes ni tiempo suficiente para respirar.







2 comentarios:

  1. Hola Noelia,
    No esoty muy de acurdo en lo que no hay flechazos, si no pasa mas de dos semanas en el pueblo y realmente al segudno día que lo ve ya se le meuven las tripillas xDD

    Es una novela entretenida, lo que esperas de una juvenil, vaya.
    Beso!

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  2. ¡Hola! Yo creí que sería de esos libros que dejaría huella y la verdad es que me gustó pero no consiguió transmitirme tanto como esperaba. Un besote :)

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