Autor: Amy Harmon
Género: Young adult
Editorial: kiwi
Páginas: 304
Sinopsis:
Una versión moderna del clásico La bella y la
bestia. El joven Ambrose Young lo tiene todo: éxito, popularidad, inteligencia
y belleza. Es demasiado perfecto para alguien como Fern Taylor, una chica
tímida y soñadora, y ella lo sabe. Pero las cosas pueden cambiar en un abrir y
cerrar de ojos. El chico y sus cuatro amigos se marchan a la guerra de Irak
para servir a su país tras los atentados del 11S. Solo Ambrose regresa vivo,
pero totalmente desfigurado y con el alma profundamente herida. ¿Seguirá
amándolo Fern ahora que Ambrose ha perdido su belleza? ¿Podrá sanar sus heridas
y devolverle la confianza y la seguridad que tanto necesita?
Bueno, antes de comenzar a dar mi opinión
quiero dejar clara mi postura hacia el libro: pedazo de libro, me ha encantado. En realidad, Máscaras es un retelling de la Bella y la Bestia pero,
sinceramente, las dos historias en lo único en lo que se parecen es en que a la
chica le gusta leer y el protagonista masculino es grande y poco agraciado
después de sufrir un accidente.
El libro comienza presentándonos a Fern (no
muy agraciada y un poco/bastante tímida), y está pillada de Ambrose, que es el
guaperas de clase, básicamente. Nosotros les conocemos cuando aún se encuentran
en el instituto y vamos a seguirlos a lo largo de los siguientes meses, con
pequeños flashbacks al pasado en momentos concretos.
Nuestros protagonistas al principio no
tienen mucha relación, pero Fern entra en la vida de Ambrose cuando esta
comienza a mandarle cartas de amor por un asunto en el que ella, sin comerlo ni
beberlo, se ve envuelta (y, evidentemente, no os lo voy a contar). Aquí
comenzamos a ver un lado muy dulce de ambos protagonistas y hacen que
comiences, poco a poco, a enamorarte de ellos.
Sin embargo, cuando Fern y Ambrose se
gradúan, este decide marcharse a Irak como soldado. Los meses pasan y cuando
Ambrose por fin vuelve ya no es el mismo, no solo porque haya sufrido un
accidente que le haya desfigurado la cara, si no porque vuelve roto por dentro.
Desde aquí vemos como Fern se centra en
sacarle una sonrisa, enseñarle que él no ha cambiado y que sigue siendo el
mismo que se fue y, sobre todo, que no tiene la culpa de lo que haya pasado en
Irak.
Los dos son protagonistas llenos de dolor
y con muy poca confianza en si mismos y, cuando te presentan sus inseguridades,
hacen que te veas reflejado en algunas de ellas. La historia de Fern y Ambrose te envuelve
por completo y no solo por ellos, también por Jesse, Paulie, Grant y Beans,
amigos de Ambrose, y Rita, la mejor amiga de Fern, que a mi personalmente no me
ha gustado nada por su actitud hacia Fern en algunos momentos.
Mención especial se merece por mi parte
Bailey, porque es el personaje que realmente me ha hecho amar la historia.
Bailey es el primo de Fern y está enfermo. Pero su forma de enfrentar la vida,
de afrontar su situación y hacer frente a la enfermedad, te hace replantearte
muchas cosas.
La verdad es que es un libro que si
tuviera que definirlo en una palabra sería inocente. Es un tipo de libro que
llevaba mucho tiempo sin leer, con una historia muy sencilla, pero con un
mensaje muy claro, lleno de sentimientos. Y ha habido escenas que me han roto
tanto que no podía evitar llorar, y eso para mí significa mucho. Es un libro en
el que continuamente marcaba frases y párrafos que me gustaban y que, al final,
me ha marcado como no esperaba que lo hiciera.
Le tengo muchas muchas ganas a este libro
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